El director italiano Romeo Castelluci inaugura hoy, 13 de octubre, la XXXIV edición del Festival de Otoño a Primavera en Madrid, el mayor escaparate de las nuevas corrientes internacionales y de vanguardia en artes escénicas.

El trabajo de Castellucci, taurino confeso y encargado de abrir el festival en los Teatros del Canal, guarda toda una serie de similitudes con el efímero arte de la tauromaquia.

El dramaturgo, nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia en el año 2002, le confesaba a José Manuel Mora en El Cultural que “tanto en el teatro como en el toreo se trata de encontrar belleza a partir de la asunción de la incertidumbre y del ordenamiento del caos. Este intento de expresión artística a partir de lo desconocido genera belleza”.

Asimismo, Romeo Castellucci también le afirmaba esta primavera a Rubén Amón en El País que en San Isidro “una ceremonia que ritualiza la muerte, que convierte al toro en un tótem […]. La corrida es una eucaristía circular donde el toro adquiere una presencia absoluta y donde se produce una dialéctica entre el erotismo y la muerte”.

El galardonado con el León de Oro por toda su trayectoria en la Bienal de Teatro de Venecia en 2013, sigue y seguirá intentando trasladar a las tablas lo que vive en una plaza de toros pues “la muerte nos define y el arte es la respuesta a la fragilidad de la vida”.