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El Instituto Juan Belmonte (IJB) celebró ayer en el Estupenda Café Bar, en Malasaña (Madrid), la cuarta edición de sus ‘Conversaciones en la catacumba’, un ciclo de conferencias bimensuales que pretenden poner en el centro del debate público “asuntos incómodos asentados en prejuicios y arrasados por la espiral del silencio”.

Titulada ‘La muerte como parte de la vida en España y México’ fue presentada por el director del IJB, Chapu Apaolaza, y contó con las intervenciones del torero, Saúl Jiménez Fortes y el escritor, periodista y poeta, Jesús Fernández Úbeda.

El acto contó con la presencia de muchas caras conocidas del sector como el torero Francisco de Manuel, la torera Mari Fortes y los novilleros, Álvaro Burdiel y Carla Otero. También se interesó por el coloquio gente de la cultura y el periodismo como los periodistas Luis Herrero, Javi Romero (Libertad Digital)  y Manuel Valera (TVE), además del presidente del IJB y vicepresidente de la FTL, Fernando Gomá.

Chapu Apaolaza apeló a la heroicidad de los toreros al enfrentarse de cara a la muerte: “jugarse la vida para sentirse vivo es un signo de sofisticación”.

Acto seguido, el torero deleitó a la audiencia con un emotivo discurso de superación y crecimiento personal, algo que, según las palabras del diestro, le ha enseñado su profesión: “la vida solo tiene sentido si realmente tiene un para qué. Puedes vivir 100 años sin tener un propósito de vida y, en cambio, vivir 20 años y haber construido una leyenda. La muerte me parece atractiva si la vida es plena, la muerte me ha enseñado a vivir”.

El toque filosófico vino de la mano de Jesús Fernández Úbeda, que señaló que: “lo que cotiza hoy en día es la venta de identidades, de ‘ismos’. El toro y los toreros vais en contra de todo esto, porque patentáis un espectáculo que no existiría si no hubiera conceptos como la verdad o el honor”.

El acto, que colgó el “no hay billetes” acabó con un alegato sobre la cultura de la muerte en México realizado por algunos asistentes del país azteca.