Identificados por la Policía perfiles anónimos en redes sociales, denunciados por sus mensajes sobre Víctor Barrio

La FTL interpone acciones judiciales contra algunas de las personas identificadas a raíz de las denuncias interpuestas por los insultos tras la muerte del torero

Tras la muerte del torero Víctor Barrio se produjo en las redes sociales una situación de acoso. La Fundación del Toro de Lidia (FTL), interviniendo en nombre de la familia del torero, realizó una serie de actuaciones judiciales frente a los ataques.

Sin embargo, muchos de los insultos fueron realizados en las redes sociales desde cuentas bajo seudónimo. Aquellos mensajes fueron denunciados ante la Policía para su investigación.

La Policía Nacional, a través de su Unidad de Investigación de Delitos Tecnológicos, ha logrado identificar -con nombre, apellidos y dirección- a todas las personas que se escondían tras las cuentas denunciadas.

Una vez realizada la identificación, la Policía dio traslado al correspondiente juzgado de instrucción, donde la FTL se personó en la causa, lo que ha permitido que la FTL haya tenido conocimiento de los datos de las personas que estaban detrás de las cuentas anónimas en redes sociales.

Con estas identificaciones la FTL ha interpuesto, en nombre de la familia de Víctor Barrio, una serie de demandas, que serán dadas a conocer cuando corresponda de acuerdo con la estrategia procesal.

La acción de la FTL, junto con el trabajo de la Policía Nacional y la Guardia Civil, demuestran que el supuesto anonimato en las redes sociales no impide la denuncia, la identificación y posterior acción judicial contra mensajes que sean injuriosos, calumniosos o de cualquier otra naturaleza.

La FTL comunica finalmente que recientemente se ha presentado ante la Policía Nacional una nueva denuncia con una batería de mensajes difundidos en las redes sociales, para su identificación y posterior denuncia.

La FTL quiere expresar que no va a tolerar el acoso en redes sociales que se venía produciendo contra el mundo del toro. Respetamos todo debate sobre la tauromaquia, pero exigimos que éste se realice dentro del marco legal.

Admitida a trámite la demanda civil por derecho al honor contra la concejala de Catarroja, Datxu Peris

Las manifestaciones de la edil de Guanyar Catarroja sobre la muerte del torero Víctor Barrio tuvieron una gran repercusión mediática.

 

La Fundación del Toro de Lidia (FTL) ha recibido el decreto que confirma que la demanda civil por derecho al honor contra Datxu Peris ha sido admitida a trámite.

La concejala de Guanyar Catarroja (considerada marca blanca de Podemos en algunos municipios) afirmó en sus redes sociales al morir Víctor Barrio: “No puedo sentirlo por el asesino que ha muerto más que por todos los cadáveres que ha dejado a su paso mientras ha vivido”.

La mujer y los padres del torero fallecido, representados por la FTL, demandaron por la vía civil a la edil del Ayuntamiento de Catarroja por atentar contra el honor de Víctor Barrio.

El mensaje publicado en redes donde la concejala veía “positivo” que el torero “ya ha dejado de matar”, tuvo una gran repercusión mediática. Al ser un cargo público, todos los medios de comunicación nacionales se hicieron eco de sus palabras.

Al ser admitida a trámite la demanda civil, según el decreto recibido por la Fundación, la edil tiene 20 días para contestar a la demanda o se le declarará en situación de rebeldía procesal.

La Fundación, entidad que defiende y promociona la tauromaquia, continúa así persiguiendo y denunciando los ataques contra los derechos y libertades del sector.

La Fundación inicia una serie de reuniones de trabajo con peñas y aficionados

 

La Fundación del toro de lidia (FTL) se reunió este sábado con casi un centenar de aficionados que asistieron al encuentro mantenido en la Sala Cossío de la Plaza de Toros de Las Ventas. Una jornada de trabajo con representantes de asociaciones adscritas a la Plataforma Civil -de Cantabria, Valencia, Madrid-, miembros del Club de Amigos y voluntarios de la Fundación.

Borja Cardelús, Director General de la FTL y, José Miguel Soriano, responsable del equipo jurídico intervinieron para explicar cuáles han sido los desafíos a los que se ha tenido que enfrentar la fundación en su primer año de actividad.

En la parcela jurídica, Soriano describió las pautas a seguir ante la presencia de antitaurinos frente a las plazas de toros los días de festejos. También, recordó en su intervención las más de 35 causas judiciales abiertas por parte de la FTL: “hace un año estaba todo por hacer. El sector del toro era un enfermo con fallos multiorgánicos y tuvimos que estudiar cómo atacar cada dolencia. Tomamos medidas para que la Fundación fuese tenida en cuenta como el interlocutor de la tauromaquia ante los tribunales”.

En relación a las querellas admitidas a trámite contra las personas que han venido vertiendo insultos a través de las redes sociales, el abogado de la FTL señaló que “antes parecía que las redes sociales eran impunes. El mundo del toro, denunciando estos mensajes para activar a la justicia, ha hecho que se sepa que cuando se vulnera la libertad de expresión, tiene consecuencias”.

La jornada de trabajo continúo con un animado debate que enriqueció algunos de los objetivos que se ha fijado la Fundación de cara a 2017. Se concluyó en lo necesario  que es llegar directamente al aficionado, así como en la importancia de hacer llegar directamente las estrategias a los más de 500.000 aficionados que pertenecen a la Plataforma Civil en vez de a sus portavoces.

Ignacio Galdón, representante de Tendido Joven de Valencia, hizo un llamamiento a todos los presentes: “es el momento de dejar de pensar en protagonismos de nuestras asociaciones, de saber que por fin hay un vehículo para defender la tauromaquia y todos tenemos que apoyarlo. Tenemos que llegar a nuestras peñas y decirles que hay que pasar de ser aficionados a taurinos militantes, concienciar de que tenemos que trabajar de manera coordinada y defender las estrategias que propone la Fundación. Todos somos la FTL”.

El encuentro también contó con propuestas interesantes, como la de José Luis Bote, codirector de la Escuela Taurina de Madrid, que ofreció “tanto las instalaciones de la Escuela como a los chicos que quieren ser toreros para acercar la tauromaquia y enseñar cómo entrenan o cómo se manejan los trastos al que quiera aficionarse”.

Con esta nueva iniciativa, la Fundación del Toro de Lidia inicia así una serie de reuniones con aficionados que continuarán a lo largo de estos primeros meses con el objetivo de trabajar en estrategias comunes y actuaciones masivas para defender la tauromaquia. Desde la Fundación del Toro de Lidia se agradece la asistencia a una reunión tan fructífera y se anima al resto de aficionados a acudir a las siguientes citas que serán anunciadas próximamente.

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La FTL envía a los Diputados el dossier que desmiente el informe Bosch

La Fundación del Toro de Lidia reclama en el envío del informe a los Diputados “el mismo trato que el resto de actividades culturales”

La Fundación del Toro de Lidia (FTL) ha enviado a los miembros de la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados el documento que desmiente los datos del informe “Toros & Taxes” sobre las subvenciones a la tauromaquia.

El informe, tan utilizado en el Congreso de los Diputados para atacar a la tauromaquia, fue firmado por Alfred Bosch, diputado de ERC. Un documento que asegura sin base alguna que los festejos taurinos reciben subvenciones anuales por valor de 571 millones de euros.

Carlos Núñez, presidente de la FTL, afirma en el mensaje a los Diputados que “el debate sobre la realidad de los toros es saludable y está en la calle, no lo rehuimos en absoluto. Pero nos gustaría que se hiciera sobre términos ajustados a la realidad, no sobre falacias sin el menor contraste con datos”.

La entidad que defiende la tauromaquia, al desmentir con datos los números del Informe Bosch, aprovecha el mensaje para “denunciar cierta discriminación” en la que se encuentra la tauromaquia.

“Somos una actividad cultural y legal y exigimos el mismo trato que el resto de actividades culturales, incluyendo la percepción de subvenciones”, señala Carlos Núñez en el mensaje a los miembros de la Comisión de Cultura.

La Fundación del Toro de Lidia representa a la tauromaquia y está respaldada tanto por la gran mayoría de toreros, ganaderos y empresarios de espectáculos taurinos de España, como por decenas de miles de colectivos de aficionados que integran conjuntamente a más de medio millón de personas.

 

Moralet volverá a celebrar ‘bous al carrer’

El Ayuntamiento de Alicante ha anulado el Decreto, recurrido por la FTL, que prohibía la celebración de festejos taurinos populares en la pedanía alicantina de El Moralet.

Con el objetivo de defender todas las tauromaquias, la Fundación del Toro de Lidia (FTL) interpuso, la semana del 24 de junio, un recurso Contencioso-Administrativo contra el Decreto que impedía la celebración de un festejo taurino popular en El Moralet, admitido a trámite dos días después y recientemente anulado por el Ayuntamiento de la ciudad.

Como consecuencia de este procedimiento, afirma José Miguel Soriano, abogado de la FTL, “se ha puesto de manifiesto que el propio Ayuntamiento ha reconocido la ilegalidad cometida con la prohibición de la celebración de ‘els bous al carrer’, sin necesidad de esperar que se dicte una Sentencia”.

Los servicios jurídicos de la Fundación estudian ahora solicitar las reclamaciones de responsabilidad patrimonial pertinentes junto con la Asociación Cultural Taurina de Moralet, organizadores del festejo centenario.

Vicente Nogueroles, presidente de la Federación de Peñas Taurinas de los Bous al Carrer en la Comunidad Valenciana, señala: “el año pasado todo eran prohibiciones, la FTL nació, comenzó a actuar y ahora estamos viendo como la tendencia prohibicionista se está revirtiendo”.

Asimismo, el representante de la tauromaquia popular recalca que “es una gran noticia y nos da esperanza frente al resto de recursos interpuestos por la Fundación en defensa de nuestras tradiciones taurinas”.

La anulación del Decreto, concluye el abogado de la Fundación, “supone un claro aviso a navegantes para otras instituciones o ayuntamientos que hayan cometido las mismas irregularidades o tengan intención de cometerlas”.

La Fundación del Toro de Lidia interpone una denuncia por amenazas y contra el honor de la viuda de Víctor Barrio

Los servicios jurídicos de la Fundación del Toro de Lidia y de la familia de Víctor Barrio, Cremades y Calvo-Sotelo abogados, presentaron ayer, jueves 11 de agosto, una denuncia por amenazas y contra el honor de Doña Raquel Sanz Lobo, esposa del torero fallecido el pasado mes en la plaza de toros de Teruel, por los comentarios publicados en distintas redes sociales.

Con el objetivo de perseguir judicialmente todos los delitos cometidos hacia el torero, su familia, su profesión y la tauromaquia en su conjunto, la Fundación del Toro de Lidia, ha interpuesto tres denuncias por amenazas y contra el honor, una demanda de conciliación previa a una querella por injurias y otra querella por enaltecimiento del terrorismo que se está ultimando.

Desde la Fundación y sus servicios jurídicos, se siguen analizando los miles de mensajes recibidos y preparando y ultimando acciones judiciales con la misión de que ningún ataque a la tauromaquia quede impune.

“Gonzalo Caballero, un matador en Casa de Fieras” por Karina Sainz para Vozpópuli

“Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante”

Jaime Gil de Biedma

Gonzalo Caballero (Madrid, 1991) cruza la avenida Menéndez Pelayo a paso veloz. No va de luces, al menos no esta tarde. Viste una americana azul que de solo verla dan ganas de desmayarse. El termómetro marca 40 grados. Pero él parece inmune a este y a cualquier otro infierno; será porque ha atravesado unos cuantos. La biblioteca Eugenio Trías del parque El Retiro, antigua Casa de Fieras, como se llamó al zoológico que mandó a construir Carlos III a finales del siglo XVIII, es el lugar perfecto para esta conversación. Aquí se juntan dos reinos: el de los libros que pueblan sus estanterías y el de los animales que alguna vez habitaron sus jaulas, hoy vacías. Hay furia en ambos. Y si de algo sabe este chico es de bestias. La primera de ellas, probablemente, la que lleva dentro. Acaso por eso lleva siempre las mandíbulas apretadas, como si sujetara una presa entre los dientes.

La antigua Casa de Fieras es el sitio acordado para esta conversación. Aquí se juntan dos reinos: el de los libros y los animales que habitaron sus jaulas. Si algo conoce Caballero es la furia de ambos mundos

En el momento en que esta entrevista sucede, ha transcurrido apenas un mes y diez días desde la séptima corrida de San Isidro. De aquel 12 de mayo, Gonzalo Caballeroconserva en el muslo izquierdo una cicatriz de 25 centímetros, el botín de su segunda aparición en Las Ventas como matador. Una tarde en la que quedó claro que, a veces, venir a darlo todo no siempre es un latiguillo, sino el mismísimo látigo del que hablaTruman Capote en Música para Camaleones: aquello de que cuando Dios da un don, también da un látigo, para que el poseedor de una gracia excepcional no olvide jamás que el goce de un talento exige la capacidad de atizarse. Y así lo hizo Gonzalo Caballero.

En la faena de muleta, Caballero se plantó por el lado izquierdo. El astado delVentorrillo tiró un derrote seco, prendió al torero por la cara interna del muslo. Lo lanzó por los aires, ensartándolo como si fuera un bizcocho y enterró el pitón hasta llegar al fémur. La cuadrilla intentó llevar a Caballero a la enfermería, pero el muchacho no se dejó. Como una bestia, dio coces en el aire y se resistió entre protestas y empellones. Tenía que matar. Y así fue. Con un pequeña corbata apretándole el muslo cual improvisado torniquete, el diestro cogió la espada, se colocó en el sitio y empujó con la poca fuerza que le quedaba. Aéreo, un negro listón de 490 kilos, cayó en la arena. Sólo entonces, Caballero se fue a la enfermería por su propio pie.

Hay cierta ironía al ver a Gonzalo Caballero caminar esta tarde por La Leonera, antigua estancia de jaulas dedicada en la actualidad a la lectura. Acaso porque el novísimo matador se conduce despojado del aire dramático y solemne de sus paseíllos o porque la distancia que existe entre la persona que cruza el albero y el que elige ahora un libro abre ese difícil acordeón para que sea más sencillo encasillarlo que entenderlo. Caballero, que lo mismo entró a matar sin muleta siendo novillero en el San Isidro de 2015 o aceptó su alternativa de un día para otro en la Feria de Otoño pasada, habla hoy con una mezcla de humildad y discreción; pero también de gravedad y afectación. De cuando en cuando, peina con la mano un flequillo que nunca ha dejado de estar en su sitio. Caballero lleva un peinado coqueto, perfecto, que él acomoda con insistencia. En el gesto hay vanidad. Hay eso que tienen los personajes extraños. Y él lo es. En él habita la contradicción. En su rareza hay una historia.

Aficionado a Calderón de la Barca y a la escritura, Caballero habla sin la solemnidad de sus paseíllos, a veces con humildad y en otras con afectación. En él, que lo mismo entró a matar sin muleta como remató al límite una faena, habita la contradicción. En Gonzalo Caballero hay una historia

Aficionado a Calderón de la Barca, a la lírica en general –sí, hay lirismo, adolescencia y cierto pintoresquismo en la personalidad de Caballero, todo sea dicho–, el matador asegura que busca en la escritura tanta libertad como en el toreo a solas en el campo. Ahí –donde nadie lo observa- dice él encontrar un ritmo, una cadencia, unatransformación. El lento obrar de quien piensa una frase y la ejecuta en ese movimiento de la mano que se desliza sobre el papel. La mente que consigue su forma en una extensión del cuerpo, ya sea con un lápiz o un trapo -la muleta-, Gonzalo Caballero hace lo que todos aquellos que crean, los que -a fin de cuentas- arrancan algo de un lugar abstracto, los que confeccionan un engaño, desde una caligrafía hasta una verónica, aunque en su caso el asunto siempre manchará, romperá y rasgará. Esamucha verdad que acaba en el quirófano. O en el cementerio.

Escuchar la palabra transformación en boca de quien sostiene un libro de Kafka y lleva una cicactriz de 25 centímetros todavía sin cerrar invita a rebañar la tarde con gasolina. Sin embargo, quien oye a Gonzalo Caballero también se lleva la mano al cinto; apela a la duda; se pregunta una y otra vez cuánto de personaje, cuánto de artificio hay en él. Muchos se refieren al joven matador madrileño como ‘el místico’y  aunque hoy Gonzalo Caballero no viste de luces, aunque no haya en su ropa una sola lentejuela cosida con hilo de oro, algo en él refulge, algo extraño, algo que recuerda alGil de Biedma de No volveré a ser joven: “Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante (…) Dejar huella quería/ y marcharme entre aplausos/ -envejecer, morir, eran tan sólo/ las dimensiones del teatro”.

Si esto ha de ser una entrevista y si las entrevistas tienen, acaso, un tema o un hilo que las lleva o las trae como a Teseo en el laberinto, será justamente el poema de Gil de Biedma la hebra que lleve y traiga el curso de todo cuanto sea dicho esta tarde. Sí: ese será el estambre; ese y no otro. “Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante (…)”. Dicho esto: sea usted, lector, bienvenido a Casa de Fieras.

-Quienes lo vimos hacer el paseíllo este San Isidro notamos, desde el capote,  que iba dispuesto a todo… pero no hasta tal punto. ¿Qué pasó?

-Curro Robles, banderillero de mi cuadrilla y amigo muy cercano, alguien fundamental en mi vida, sabía lo importante que era ese día para mí. Cuando vi cómo salieron los dos primeros toros aquel día, le dije: ‘Curro, hoy toca ir para adentro’. Quizá suene fácil que lo diga ahora, porque ya ha pasado todo. Pero la realidad era ésa. Por el lado izquierdo, el toro me iba a coger. Así que la única manera era ponerme de verdad. Está claro que en cualquier otra plaza no lo hubiese hecho, pero esto era Madrid, que me lo ha dado todo. Madrid es el templo. Cuando me empecé a cruzar, di dos pasos hacia delante. Pensé: si me va a coger, que sea de una manera en la que me sienta orgulloso.

-¿Qué le dijo a su banderillero, Curro Robles, mientras daba patadas en el aire para que lo dejara terminar la suerte de espadas?

-Cuando Curro llegó a ayudarme dijo que veía la sangre muy oscura. ‘Por mis hijas, Gonzalo, (yo amo a sus niñas), salte de aquí’. Y yo le repetía: ‘que me dejes, que me dejes’.

-¿Aquello era adrenalina? ¿Euforia? ¿Nervios? Pero, intente ser sincero, ¿qué era aquello?

-Cuando me puse en pie -Caballero no duda en sus recuerdos, como si los llevara aprendidos-, cerré los ojos y empecé a pensar cuánto me había costado llegar a Las Ventas de matador, otra vez. No estaba dispuesto a irme así, a no terminar. Sencillamente no estaba dispuesto. Así que pensé: o salgo a hombros, o salgo….

Descubrir, escarmentar

Gonzalo Caballero vive entre Sevilla y Madrid. Aunque también podría decirse quelevanta su hogar en cada habitación de hotel donde se pone el traje de luces. La última vez lo hizo en el Hotel Victoria, en el madrileño Barrio de Las Letras. Eligió el lugar acaso por el bullicio de las calles, porque le pueden los endecasílabos, porque se le sale lo colchonero –la fuente de Neptuno está apenas tres calles más abajo- o porque las prisas de otros le recuerdan que debe ir más despacio. “Necesito acercarme a las ciudades para recordar lo importante que es para mí la lentitud del toreo”, dice rodeado de sillas vacías.

Caballero nació en Madrid, un 21 de diciembre de 1991, justo el año en que Luis Aragonés regresó como entrenador al Atlético de Madrid de sus amores. Es el segundo de tres hermanos. Para este chico, lo del ‘Atleti’ es un afecto. Y vaya que quieren al diestro en la ribera del Manzanares; y no es para menos. Todavía con los puntos de la cornada de este San Isidro, Gonzalo Caballero se fue a Milán a dar ánimos a los de Simeone, y eso que los rojiblancos volvieron con las manos vacías tras caer ante el Real Madrid por segunda vez. Pero eso no es todo. En el repertorio de los afectos apaches hay más.

“Si decidí ser torero, fue una tarde en la que vi torear a José Tomás en Linares. Viví una sensación que jamás había experimentado. Mientras todos nos moríamos de miedo, él parecía estar más allá de todo. A mí me parecía ver a un Dios”

Tras la derrota en la final de Champions de 2014, y para subirle la moral a los atléticos, en el paseíllo de la tercera novillada de San Isidro, Gonzalo Caballero vistió el capote de paseo del Centenario del Club. “Ese capote fue un regalo que le hicieron a Jesús Gil. Cuando el equipo perdió la final de Lisboa, decidí usarlo para dejar claro que el sentimiento no se achica con la derrota”, dice Caballero, quien, antes de coger los trastos, jugó tres años como delantero. Lo hizo como Raúl González, pero a la inversa. Eso sí, siempre con la camiseta del Atlético debajo de la equipación merengue, al menos así lo explica entre risas.

A sus 16 años, Gonzalo Caballero tenía claras dos cuestiones básicas. Conocía las subidas y bajadas con las que la vida jalona los primeros afectos –había visto al Atlético de Madrid descender y ascender- y había recibido el fogonazo de las cosas primitivas, las que ocurren en multitud: las de quienes se descubren únicos entre la muchedumbre. Sin embargo, al tirar del estambre que adentra en el laberinto a quienes buscan su propio centro, lo que comenzó con los fuegos artificiales del asombro terminó, tiempo después, en el escarmiento de la experiencia. Mejor dicho: en la elección de cuánto habrá de durar ese escarmiento para obtener una recompensa; esa forma rara que tiene la vida de ofrecer las vocaciones.

-¿Qué hace que alguien quiera ser torero hoy? ¿Por qué? ¿Y para qué?

-Nadie en mi familia se había dedicado a esto. Mis padres eran aficionados. Seguíamos las retransmisiones en casa. Iba con ellos a la plaza de las Ventas en San Isidro. Pero, si de algo estoy seguro, es de que decidí ser torero, una tarde en la que vi torear a José Tomás en Linares. Viví una sensación que jamás había experimentado. Mientras todos nos moríamos de miedo, él parecía estar más allá de todo. A mí me parecía ver un Dios. Quise ser alguna ser capaz de transmitirlo alguna vez como él lo hizo conmigo. No lo olvidaré nunca. Fue un 27 de agosto.

-¿Qué edad tenía?

-16 años.

-En su profesión hay una contradicción. El torero se crea un personaje, a la vez que se sujeta en la idea de verdad ¿Cuál es el punto medio entre ambos?

-Ese es uno de los problemas. El toreo actual está un poco mecanizado. Ya no queda ese personaje del matador que quiere ser dueño de su camino. La forma en que yo tomé la alternativa, por ejemplo, fue de un día para otro. José Antonio Chopera, el antiguo empresario de Las Ventas, dijo que echaba de menos que alguien aceptara que el día más importante de su carrera ocurriera así.

-Su alternativa surgió porque tuvo que sustituir a Alberto López Simón, que recibió una cornada inesperada en la segunda de Otoño de 2015.

-Sí. Faltaban tres horas y media para el día exacto de mi alternativa, que fue el sábado. Eran las 8.30 de la tarde del viernes cuando me ofrecieron tomar la alternativa en Madrid.

-¿Tanto deseaba Las Ventas? ¿Tanto?

-Yo había rechazado todo esperando a que llegara esa oportunidad. Y a eso me refiero. Eso es lo que yo busco: la verdad. El toreo no es pegar pases. Es lo que está dentro de la plaza y fuera de ella.

-Pero eso entra en el repertorio del personaje. ¿Cuál es la conexión entre esa construcción y la vida real?

-Me gusta hacer las cosas no como las impone alguien más sino como yo las siento. Yo escribo prosa y poesía. No publico nada de eso, ni siento necesidad de hacerlo. Porque eso condicionaría mi necesidad inicial. Escribo con libertad y eso es lo que busco con mi toreo. Llegar a la plaza y entregarme al toro.

“El toreo no deja de ser un engaño. Es engañar al toro. Significa torear al público y al animal. Por eso decimos ‘ponte de verdad’. De eso trata el toreo puro. Por eso es la búsqueda de la autenticidad”

-La gente normal vive también de los demás. Usted también vive de un público. Y lo sabe.

– Por supuesto que vivo del público, pero ansío esa misma libertad con la que escribo en mi toreo.

– En una entrevista reciente, Zabala de la Serna le preguntó a Alejandro Talavante si existe un torero de nuestro tiempo. ¿Viven los toreros de espaldas a la sociedad? ¿Cree el torero vive en un mundo extinto?

-El torero puede que viva de espaldas a la sociedad. Por ejemplo, yo necesito soledad antes de ir a la plaza. Piensa una cosa: el toreo no deja de ser un engaño. Es engañar al toro. Significa, a su manera, torear al público y al animal. Por eso decimos ‘ponte de verdad’. De eso trata el toreo puro. Por eso es la búsqueda de la autenticidad. Cuando busco estar solo, es porque necesito probarme.

-¿Ve a lo que me refiero? Hay algo de ese misticismo que resulta … ¿cómo decirlo…? ¡Remoto! Casi extinto.

-Mi preparación fundamental para una tarde es estar solo, apartarme, irme a un árbol y  hacerme la pregunta: ¿vas a ser capaz de entregar tu vida para encontrar ese toreo puro? A veces, hay días en los que me respondo: ¡Pues no, cómo voy a ser capaz de entregar mi vida!

-¿Ser de verdad para ustedes significa no salir vivo de la plaza?

-Lo que quiero decir es que puedes engañar al público, puedes engañar al toro, pero no a ti mismo. Puedes salir a hombros pero llegar al hotel y sentirte infeliz, insatisfecho. El toreo es algo muy personal y tú eres consciente de cuándo te has entregado a un toro. Eso solo lo consigues cuando eres capaz de abandonarte. De olvidar el tiempo y el espacio donde estás. Es la entrega que ocurre con el animal.

-Los toreros tienen entre 20 y 25 minutos para sacarle a un toro quién es. ¿Es usted consciente de cómo se transforma en ese tiempo?

-Cuando llega ese momento de quedarte a solas con el toro, tienes que estar mucho más preparado para el fracaso que para el triunfo.

-¿Qué abunda en su carrera? ¿El fracaso o el triunfo?

-No es tan sencillo de responder. Puedo decir … -Caballero hace una de las pocas pausas de toda la tarde-… Puedo decir que hay dos momentos clave. Cuando me pegaron la cornada de Roquefort, que tuve que cortar la temporada, en 2013. En ese momento estuve parado mucho tiempo. Fue ahí cuando comencé a entender las cosas realmente importantes del toreo. Yo había debutado en Sevilla. A partir de ahí fui a Madrid, Pamplona, Valencia… Tuve la mala suerte de cortar muchas orejas, como si aquello de cortar orejas fuera muy fácil.

-¿A qué se refiere?

-Yo no estaba mentalmente preparado, ni estaba maduro. Porque aquí lo fundamental, lo que te se enseña, es el tiempo. Comencé a vivir con la obligación de cortar orejas. El segundo episodio que fue importante para mí, ocurrió después de cortar la oreja en San Isidro de novillero, cuando maté un novillo sin muleta.

-Fue una locura… ¿Por qué lo hizo?

-En aquellos días, estuve a punto de tomar la alternativa. Y no ocurrió. Quería la alternativa. Si había una forma de expresar lo que sentía, era así. También es cierto que aquella oreja en San Isidro me abrió muchas puertas. Me ofrecieron varias alternativas. Pero no quise. Quería Madrid. Era mi deseo. Mi apoderado me dejó, decía que yo no quería ser torero. Y no se trataba de eso. Yo quería Las Ventas. Me quedé desde mayo hasta septiembre parado totalmente. Estaba perdido. Quería expresarse y no podía. Imagina un pintor que quiere pintar y no puede. Pues bien: yo quería torear y no podía torear. Me fui a México, a tentar primero y luego a la Monumental. En el tentadero, me tomé dos tequilas antes de comenzar. Y quizá fue eso, no lo sé. Pero, después de tentar cuatro vacas, me sentí totalmente satisfecho. En la Monumental, me sentí muy cómodo. Volví a España, toree tres novilladas. Estaba con una ilusión fuera de lo normal. Llegó la alternativa, di muy buena impresión. Y retomé un camino.

– ¿No siente usted ganas, algunas tardes, aun vestido de luces, de tirar la muleta y echar a correr?

-Hay tardes en las que uno se viste de torero y sale a dar el paseíllo sin sentirse preparado. De esos días en los que llegas a la plaza y podrías seguir de largo, que te abran otra puerta y, directamente, salir de la plaza –Gonzalo Caballero se ríe, como quitándole hierro al asunto, pero inmediatamente aprieta las mandíbulas-. Tuve algunas tardes en las que ni quería tentar. Fueron los peores días. Llegué incluso a avergonzarme de ellos. Hoy ya no. Hoy, junto con escribir, tentar es lo que más me gusta. Torear sin gente. Torear a solas. Es como escribir. Cuando lo hago soy libre. Me da ritmo.

“Hay tardes en las que uno se viste de torero y sale a dar el paseíllo sin sentirse preparado. De esos días en los que llegas a la plaza y podrías seguir de largo, que te abran otra puerta y, directamente, salir de la plaza”

-Llevamos casi una hora de entrevista y todavía no me queda claro el abismo que existe entre el personaje que sale al paseíllo y la persona que tengo frente a mí. ¿Dónde comienza su personaje y dónde el muchacho de 24 años?

-El Gonzalo fuera del ruedo es así gracias al que está en la plaza y el que existe fuera de la plaza existe gracias al que está en el ruedo. Quienes me conocen saben cómo soy. Saben que cuando me llaman para torear no acepto ir de cualquier modo y eso ha sido, en buena medida, por situaciones difíciles, como las que viven todas las personas. He llegado, en determinadas situaciones, a pegarme con el capote y la muleta. Cuando eres capaz de asumir que estás en el barro, te replanteas. Porque, te repito, la condena más grande es no poder expresarte. Por eso creo que escribir me ha ayudado tanto a lo largo de todo este tiempo.

Dialogar, ¿dialogar?, dialog…

Cuando esta conversación tuvo lugar faltaba todavía un mes para la muerte del torero Víctor Barrio en la plaza de Teruel. La noticia, que estalló la tarde del sábado 11 de julio, ocurrió con doble y desesperante impotencia: la que ensombrece a quienes entienden que la pérdida ocurre en una profesión en la que la muerte forma de quienes deciden dedicarse a ella conscientes de ese riesgo, pero también, en el doble agravio que supone que el fallecimiento sea despojado de toda compasión por quienes la usan para reafirmar un argumento. Nada de esto forma parte de las preguntas y respuestas que van y vienen al final de una tarde de verano. A pesar de eso, a pesar ignorar lo que habría de ocurrir casi treinta días después, la muerte es un tema que atraviesa, que conduce toda conversación, porque es la desembocadura del delta de la tauromaquia. La muerte es el mar al que van los toreros, los hombres y mujeres en general, pero los toreros con viento a favor.

En una sociedad que ignora la muerte; que no quiere saber de dónde viene lo que come; que no consigue llegar a un acuerdo sobre un debate que solapa ideología y tradición, compasión y militancia, imposición y libertad, la pregunta sigue siendo la misma: ¿es posible sentarse a hablar? En ese terreno poroso, tan arenoso como inflamable, incluso un mes antes, las heridas supuran. Lo hacen todavía más tras recibir paladas de palabras que hicieron lo que la sal y los chorretones de vinagre. Aun así, incluso un mes antes de ocurrir todo lo terrible, el tema de los puentes, del diálogo con quienes se oponen a la tauromauia es una pregunta tan básica como necesaria.

-¿Qué piensa sobre los antitaurinos? ¿Es posible acercar posiciones?

-Hay hipocresía. La gente va a McDonald’s y prefiere ignorar que esa ternera que se come entre dos trozos de pan creció en un corral de menos de un metro, cuando el toro de lidia vivecon un campo entero para él. Es además el único animal que puede morir matando, que puede pelear por su vida. Ningún otro puede. El toro de lidia puede demostrar su bravura.

-Pero entiéndame, hablo de dialogar.

-No se puede dialogar con alguien que no quiere. Alguno habrá que quiera. Pero la gran mayoría no está dispuesta.

-En el caso hipotético,  ¿usted acompañaría a un anti-taurino a conocer aunque fuese una parte de lo que se hace en el mundo del toro?

-Si hubiese posibilidad de mostrarles todo, desde el campo hasta como se prepara un torero, cómo vivimos, qué hacemos, que entendiesen, pues entonces podríamos hablar. Si ellos viesen cómo cada uno entrega su vida, el toro y nosotros, podrían comprender que lo que hacemos no es un asesinato.

 Que la vida iba en serio

La tarde mengua. En la biblioteca Eugenio Trías las salas de la antigua Leonera se vacían. En el parque El Retiro, el sol aprieta, pule los bancos y las fuentes hasta hacerlas estallar de puro brillo. Las fieras, las muchas fieras que alguna vez poblaron las jaulas clausuradas, todavía merodean como fantasmas. Sí, eso: fantasmas, espectros que viven en el corazón de los hombres y mujeres que atraviesan los senderos y esperan su turno en los semáforos; hombres y mujeres que suben a los autobuses; cruzan las esquinas y miran al cielo pensando quién sabe qué cosas.

En el mundo de quienes no van a trabajar vestidos de luces y con una espada bajo el brazo también ocurren tragedias y pequeños infiernos sin puerta grande ni agua servida en vasos de plata. Y es aquí, en este parque urbano, este enclave donde la vida intenta recordar la tierra de la que ha sido apartada, en esta dehesa que no es tal, es aquí,  donde una conversación con un joven y melancólico matador resulta, a la vez,absurda y esclarecedora, extravagante y luminosa.

Gonzalo Cabalero se ha marchado, hace rato. Y quien está a punto de cruzar la avenida Menéndez Pelayo mira el extremo de un estambre imaginario, tira de un hiloque no ha llegado todavía al centro de nada. Adónde conduce el hilo de oro con el que se cosen los trajes de quienes se plantan en el medio de una plaza de toros. Adónde conduce el estambre del jersey que pierde forma prendido de una hipoteca sin pagar. Adónde va esa ruleta rusa de los que eligen. Sí: los que eligen entre vestir de oro o vestir de plata. Entre subir al autobús número 20 o el 26. Ya lo decía Gil de Biedma: “Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde. Como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante (…) Envejecer, morir. Eran tan sólo, las dimensiones del teatro”. Bienvenido, lector, a Casa de Fieras.

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Especial agradecimiento a todo el personal de la Biblioteca Municipal Eugenio Tríaspor acoger, desde el primer momento, la iniciativa de esta entrevista, así como por todos sus esfuerzos para coordinar y gestionar los horarios para el uso de los espacios en los que tuvo lugar esta larga conversación.

 

Vía: Gonzalo Caballero, un matador en Casa de Fieras | Cultura | VOZPÓPULI

La FEETAP, con más de 5200 colectivos, se adhiere a la Fundación del Toro de Lidia

La Federación Española de Entidades de Tauromaquia Popular (FEETAP) se presentó este sábado en Valencia en el marco de la Feria de San Jaime. En este mismo acto tuvo lugar la firma del acuerdo de adhesión de esta agrupación a la Fundación del Toro de Lidia.

Esta nueva entidad integra a más de 5200 colectivos de festejo popular de toda la geografía española, que pasan a incrementar el número de integrantes de la Plataforma de la Sociedad Civil de la Fundación.

La Plataforma de la Sociedad Civil, abierta a cualquier colectivo vinculado con la tauromaquia, tiene el objetivo de aglutinar a la gran masa de aficionados a los toros en una estructura que les dé visibilidad y que permita actuar de forma coordinada en la promoción y defensa del sector.

También en el acto se manifestó la necesidad de unión de aficionados, empresarios, profesionales, ganaderos y todo aquel que quiera defender esta forma de vida y se animó a los asistentes a la colaboración en la recogida de firmas que está llevando a cabo la Fundación del Toro de Lidia. Esta iniciativa tiene como objetivo demostrar al Tribunal Constitucional la importancia que tiene para el sector que emita el fallo de la sentencia sobre la prohibición de los toros en Cataluña.

Estuvieron presentes en la presentación del organismo, Vicente Nogueroles, presidente de la Federación de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana y Presidente de FEETAP; Nacho Lloret, representante de la Fundación del Toro de Lidia y Francisco Javier Hernández de la Federación de Castilla y León.

La FEETAP, en colaboración con la Fundación del Toro de Lidia, nace con el fin de unificar la estrategia de defensa, información y fomento de los festejos taurinos populares a nivel nacional.

La Fundación del Toro de Lidia se dio a conocer en Alicante

El pasado viernes, la Fundación del Toro de Lidia (FTL) estuvo presente en los aledaños de la Plaza de Toros de Alicante las horas previas a la corrida para informar de sus objetivos y de sus acciones a los aficionados.

Qué es la Fundación, por qué es necesaria, quiénes la componen, cuáles son sus objetivos y qué hacemos para alcanzarlos; fueron las cuestiones que respondían las voluntarias de la FTL entre los afines a los toros de la ciudad de Alicante. Por otro lado, se animaba a los aficionados a apoyar la defensa y la promoción de la tauromaquia a través del Club de Amigos de la Fundación.

La Fundación tiene previsto estar presente en algunas de las principales ferias del calendario taurino para que los aficionados puedan informarse y conocerla de primera mano.

Voluntarios Fundación Toro de Lidia

La Fundación del Toro de Lidia defiende a la actividad taurina de Moralet

Admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo, presentado por la Fundación contra el decreto aprobado por la Concejala-Delegada de Participación Ciudadana y Partidas Rurales del Ayuntamiento de Alicante.

 

Esta semana la Fundación del Toro de Lidia ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra el decreto aprobado por la Concejala-Delegada de Participación Ciudadana y Partidas Rurales del Ayuntamiento de Alicante, un hecho que tiene como consecuencia la imposibilidad de celebrar un festejo de Bous al Carrer en la localidad de Moralet en agosto. Este recurso ha sido admitido a trámite dos días después.

La mencionada actividad estaba organizada por la Asociación Cultural Taurina de Moralet, quienes presentaron una solicitud de autorización el 12 de febrero de 2016 para la suelta de reses, y fue denegada el 20 de abril justificando en el informe no favorable presentado por la Concejala Delegada de Protección Animal “estrés continuado para el animal susceptible de mermar su psique”. Casualmente, este mismo hecho se produjo el pasado año, en esa ocasión, y según palabras del portavoz de la Asociación Taurina, José Luis Lillo, “no veía conveniente celebrar la fiesta en un terreno municipal”.

Tras los numerosos intentos y los esfuerzos fallidos de la Asociación Cultural Taurina de Moralet para poder celebrar su actividad, esta vez, se han puesto en contacto con la Fundación del Toro de Lidia para buscar una ruta efectiva y poder recuperar el festejo de Bous al Carrer en su localidad, que cuenta con más de 100 años de historia.

Mediante esta acción, la Fundación junto con el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, abre una nueva vía de defensa de la tauromaquia, y se suma a las demandas interpuestas por consultas populares, insultos y amenazas, saltos al ruedo de radicales animalistas, y declaraciones antitaurinas de los ayuntamientos en nuestro país.