Artículo escrito por Rubén Amón para El País:
“No dispongo de grandes argumentos racionales para defender la corrida de toros. Ni me gusta demasiado recurrir a ellos, sobre todo porque las razones económicas y las medioambientales, abrumadoras en ambos casos, aportan un exceso prosaísmo a este misterio eucarístico y pagano que José Tomás, por ejemplo, nos hizo experimentar hace unos días en Jerez de la Frontera. Se nos apareció el maestro, créanme…”
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